5 Lecciones del COVID-19

Por: Ing. Guillermo Gutiérrez Díaz

Director General de Consultoría en Excelencia Organizacional

Lecciones (2)

Antes de comenzar, solo quisiera resaltar que antes que todo, la prioridad en estos momentos está en la SALUD, propia y de quienes nos rodean, conocidos y extraños. Ya es por todos conocido la serie de recomendaciones que los especialistas han hecho en esta materia y lo único que quisiera reforzar ahora es una pequeña adaptación que hice a uno de mis primeros aprendizajes fundamentales en mi vida laboral hace ya más de 30 años relacionados con las 3 Reglas Básicas de la Seguridad en los centros de trabajo, aplicadas ahora a la pandemia que estamos viviendo:

  • NADA de lo que hagamos o dejemos de hacer justifica un contagio
  • Todo contagio PUEDE y DEBE ser prevenido
  • Nuestra salud es responsabilidad de TODOS

Una vez dicho esto, comencemos: Como parte del 7 hábito de la Gente Altamente Efectiva: “Afilando la Sierra”, en estos últimos días he tratado de aprovechar los ofrecimientos de varios webinars que se han estado realizando en las redes sociales. En ellos he podido encontrar 5 temas comunes que se repiten una y otra vez por parte de los expertos y a los que me he permitido también agregarles mi reflexión personal, espero sinceramente les sean de utilidad.

  1. Antes de ayudar a los demás, primero debes estar bien Tú: “Si te enfocas en la herida, seguirás sufriendo. Si te enfocas en la lección, seguirás creciendo” – Proverbio Budista

Mascarilla

Al igual que sucede en los aviones, cuando nos enfrentamos a una turbulencia o cambio de altura extrema, se activan las mascarillas de oxígeno y la recomendación que se nos da es que antes de ayudar a colocar la mascarilla a nuestros acompañantes debemos colocárnosla primero nosotros mismos. Esto mismo es aplicable en estos momentos críticos que estamos viviendo, para eso es indispensable que podamos hacer un juicio de valor, honesto y sincero de cómo nos encontramos nosotros el día de hoy. ¿Cómo está actualmente nuestro balance físico, emocional y espiritual?, ¿Qué necesito hacer por mí en estos momentos para lograrlo?, ¿Cuál es el plan?

Para esto, te invito a que reflexiones con estas preguntas (1):

  • ¿Qué me preocupa?
  • ¿Cómo me siento?
  • ¿Qué no puedo cambiar?
  • ¿Qué si puedo cambiar?
  • ¿Qué recursos tengo?
  • ¿Quiénes conforman mi red de apoyo?
  • ¿Qué es lo que puedo hacer ahora?

Es importante también entender que no estamos solos y que es válido, y hasta diría yo indispensable, saber cómo, cuándo, dónde y a quién pedir ayuda en caso de ser necesario, dejando a un lado nuestro orgullo y aceptando la ayuda que requerimos. Una vez que estemos bien y hayamos logrado este balance, entonces sí estaremos listos para ayudar a los demás.

“Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar, fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar y sabiduría para entender la diferencia” – Reinhold Niebuhr.

  1. Renovación en nuestros estilos de Liderazgo: Venimos escuchando de mucho tiempo atrás la necesidad de un cambio en nuestros estilos de Liderazgo, dejar atrás el viejo modelo del liderazgo basado en el Poder y transitar hacia modelos más “humanos”. Los líderes demuestran su verdadero “ser” durante las crisis.

Liderazgo

Bueno, ahora esta pandemia acelera la necesidad de transformarnos de manera urgente, para esto podemos comenzar por incrementar nuestras capacidades personales para generar con nuestros colaboradores más (2):

  • Empatía y Compasión
  • Capacidad de escuchar a las personas individualmente
  • Confianza
  1. El Reto Ético: “A veces padecemos una vital decadencia que no procede de enfermedad en el cuerpo ni en el alma, sino de una mala higiene de ideales” – José Ortega y Gasset.

Etica

Perder el trabajo es una de las situaciones más estresantes en la vida de una persona, sólo por debajo de la muerte de un familiar cercano, la pareja, un divorcio, cárcel y de una enfermedad o accidente grave. Genera incertidumbre económica, un golpe a la auto-estima y ansiedad extrema durante el periodo de búsqueda de un nuevo empleo. Generan además consecuencias negativas en los que “se van” (más del 25% de los empleados despedidos no regresarían a la misma empresa), los que “se quedan” (se pierde el 20% de la productividad en los “sobrevivientes”, las renuncias voluntarias se incrementarán en un 30% una vez terminada la crisis) y en la imagen y reputación de la empresa (las consecuencias negativas permanecerán por años). En algunos estudios se señala que aquellas empresas que son capaces de mantener su plantilla de empleados en momentos difíciles, son el doble de rentables por empleado durante y después de las crisis en comparación con aquellas que no lo hacen (3).

De acuerdo a una encuesta (Navegando en tiempos de Crisis ante el COVID-19) realizada recientemente por MERCER, el 63% de las empresas están planeando acciones puntuales en reducción de costos de Headcount.

Ante este panorama, es importante hacer un llamado urgente a todos los dirigentes y líderes de empresas a replantear sus estrategias a corto plazo en este sentido, a pensar en las consecuencias negativas que el desempleo generará en el mediano y largo plazo en nuestra sociedad, y que de seguro regresará como un boomerang con un golpe brutal a sus organizaciones. Estamos hablando precisamente de un Reto Ético y aquí se evidenciará ineludiblemente de que están hechas cada una de las empresas y organizaciones.

Que el recorte de personal sea la última opción, busquemos otras alternativas primero y utilicemos el potencial de nuestros empleados precisamente para buscar otras fuentes de ahorro y nuevas ideas para sacar a “flote” nuestras organizaciones durante la crisis. Yo les aseguro que se sorprenderán y saldrán avante de esto.

Ojalá y que como sociedad tengamos memoria colectiva y que una vez que todo esto pase podamos recompensar a todas aquellas empresas que apoyaron a sus empleados durante la crisis adquiriendo sus bienes y servicios, y dejar de hacerlo con aquellas que solo vieron por sus intereses particulares y olvidaron que la Gente es el recurso más importante.

Economico

  1. El Reto Económico: De acuerdo a estimaciones por parte de la firma de Deloitte, se pronostica una caída en México del PIB en un -16% para el 2do. Trimestre, del -13% para el 3er. Trimestre y del -9% para el 4to. Trimestre del año, habrá un grave aumento de deuda en empresas y hogares, posible pérdida del grado de inversión en el país, cierre indefinido de empresas, aumento significativo del desempleo y una recuperación económica prevista hasta inicios del 2022. Esto nos llevará a replantearnos las formas actuales en las que comemos, trabajamos, compramos, nos ejercitamos, interactuamos, manejamos nuestra salud y de la forma en la que pasamos nuestro tiempo libre y requerirá de nuevos hábitos de nuestra parte para hacer frente a los nuevos retos que enfrentaremos, entre los que destacan (4):
  • Mayor ansiedad, soledad y depresión
  • Desconfianza en la higiene de personas y productos
  • Más restricciones en los viajes, incluso dentro del país
  • Optimización del Home-office y del balance Vida/Trabajo
  • Tensiones y conflictos en todos niveles
  • Desempleo mundial a niveles sin precedentes
  • Todo “para llevar/entrega a domicilio”
  • Contacto limitado con las generaciones de mayor edad
  • La identidad más que el trabajo
  • Valor de consumidores/proveedores con certificados de inmunidad

Ante este panorama, ¿Qué podemos hacer? Esta es precisamente una de las reflexiones más importantes que todos debemos hacernos. Cada uno, desde su propia realidad y trinchera, estamos obligados a la SOLIDARIDAD. Hoy vemos muchas muestras de esto en diferentes regiones del país y es sin duda una de las características más importantes de los mexicanos.

A continuación les comparto algunas ideas, pero sin duda, cada quien tendrá más y mejores:

  • Evitar el HAMBRE: Podemos prescindir de muchas cosas, pero siempre que veamos o sepamos de alguien o de familias que estén pasando hambre, dentro de la medida de nuestras posibilidades, hagamos algo. Hay varias frases en México que podemos poner en práctica: “Dónde comen 2, comen 3”, “Échale más agua a los frijoles”, “Hoy por ti, mañana por mí”… Es momento de “Donar”, no lo que te sobre sino lo que puedas.
  • Sigamos las indicaciones para evitar los CONTAGIOS.
  • Mantente en CONTACTO virtual: Ya vimos que uno de los aspectos más críticos serán la soledad, angustia y depresión. Hoy más que nunca contamos con la tecnología a nuestro favor, ya sea por teléfono, redes sociales o videoconferencias mantente en contacto con tus seres queridos, amigos, compañeros, vecinos, pero sobretodo, con nuestros adultos mayores y personas enfermas o en situación vulnerables con quienes el contacto físico estará restringido por mayor tiempo. ¡¡¡No nos cuesta nada!!!
  • Evita las TENSIONES dentro del hogar: Aprovechemos este “regalo” tan valioso que la vida nos da en estos momentos de estar más cerca de nuestros seres queridos.
  • Compra LOCAL: De acuerdo a la Revista Forbes México, de acuerdo con datos oficiales, existen más de 4 millones de unidades económicas en México. De ese universo, más del 99% son consideradas Micros, Pequeñas y Medianas Empresas, las cuales aportan más del 40% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 78% del empleo en el país. Si vamos a consumir o comprar algo, hagámoslo dentro de nuestras comunidades. Las grandes empresas y firmas no tengo duda de que sobrevivirán, pero las Micros, Pequeñas y Medianas empresas están en riesgo. ¿Qué ofrecen los negocios locales de mi colonia?, ¿Qué productos o servicios ofrecen mis vecinos, mis amigos y compañeros? Seguramente encontraremos quien esté ofreciendo alimentos preparados (comidas y postres caseros), ropa y calzado por ejemplo, otros estarán ofreciendo sus servicios como “freelance” (con proyectos tecnológicos, de marketing, diseño gráfico, etc.), otros más como Consultores, Asesores, Capacitadores y Coaches en sus áreas de expertise. No se trata de un “nacionalismo falso” sino de buscar la forma de ayudar localmente dentro de las comunidades en las que vivimos y trabajamos, de ayudarnos unos a otros, y estoy seguro de que encontraremos cosas y servicios nuevos, de mejor calidad y en muchos casos, hasta más económicos de lo que pensamos.
  • ¿Qué otras se te ocurren a ti?
  1. “Esto también pasará”: Finalmente y muy importante también, hay que mantener el Ánimo, el Optimismo, la Esperanza, la Gratitud y por qué no, también el Humor. Como dice el viejo adagio “No hay mal que dure cien años” y seguro estoy que saldremos adelante.

Resiliencia

Si bien es cierto que el sabor de boca que dejan los puntos anteriores no es del todo agradable, hay que enfocarnos en las otras cosas positivas que esta pandemia nos ha traído. Hagamos una reflexión por unos cuantos minutos: ¿Qué estoy viviendo hoy que es mucho mejor que lo que estaba viviendo antes?…Quizá ahora puedo disfrutar más de mi familia (cuantas veces nos hemos quejado de que no tenemos tiempo para ellos), de la comida casera, del tiempo libre para poder hacer lo que me gusta, etc…

La inteligencia emocional nos enseña precisamente a como “reaccionar” ante los “estímulos”, y ahí radica precisamente la diferencia entre quienes en “Épocas de lluvia” buscan dónde resguardarse y quienes salen a vender paraguas.

Al final de este artículo encontrarán dos anexos que hablan precisamente de estos temas: La fábula del Rey y el Anillo y del Kintsukuroi, un concepto maravilloso que aprendí hace varios años atrás y que habla precisamente del valor que tiene el poder sanar bien nuestras heridas.

Espero sinceramente que estas reflexiones personales puedan serles de utilidad en sus vidas personales, en sus esfuerzos actuales dentro de sus Organizaciones o Empresas, y no me resta más que agradecerles de todo corazón su confianza y en muchos de los casos, su amistad sincera. Es momento de estar Unidos, de apoyarnos y salir juntos adelante.

Sinceramente,

Guillermo

 ANEXOS:

“Esto También Pasará”

Rey

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: “Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo”.

Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total…

Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada. El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: “No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje”. El anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. “Pero no lo leas, mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación”.

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino…

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIÉN PASARÁ”.

Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.

El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: “Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje”.

¿Qué quieres decir?, preguntó el rey, ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

“Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero”. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:

“Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas”.

Kintsukuroi

Vasija

Los japoneses creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso y por eso reparan objetos rellenando sus grietas con oro o plata. Cuando reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro.

El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado, luego, con polvo de oro, se llama Kintsukuroi (también conocido como Kintsugi). El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza. El Kintsukuroi añade un nuevo nivel de complejidad estética a las piezas reparadas y hace que antiguas vasijas pegadas sean aún más valoradas que las que nunca se han roto. Kintsukuroi es el término japonés que designa al arte de reparar con laca de oro o plata, entendiendo que el objeto es más bello por haber estado roto. En lugar de considerarse que se pierde el valor, al reparar la cerámica se crea una sensación de una nueva vitalidad. Dicho de otra forma, el tazón se vuelve más bello después de haber sido roto y reparado. La prueba de la fragilidad de estos objetos y de su capacidad de recuperarse es lo que los hace bellos.

Llevemos esta imagen al terreno de lo humano, al mundo del contacto con los seres que amamos y que, a veces, lastimamos o nos lastiman. ¡Qué importante resulta el enmendar! Qué importante entender que los vínculos lastimados y el corazón maltrecho, pueden repararse con los hilos dorados del amor, y volverse más fuertes.

La idea es que cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que haga las veces de oro: fortaleza, servicio, virtud… La prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia son dignas de llevarse en alto.

Contacto

Créditos:

(1): Dra. Karina Buerón – Webinar GPTW

(2) y (3): Daniel Ordaz – Webinar Latam Business School

(4): Dr. Gabriel Molina – Webinar Diálogos por México desde Casa

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