La Humildad, una virtud muy valiosa en los grandes Líderes

Julio Olalla Mayor 2El día de ayer tuve la fortuna y el privilegio de asistir a una plática con Julio Olalla Mayor, quien es reconocido como uno de los fundadores  y maestros en la práctica del Coaching Ontológico por la Federación Internacional  de Coaching, y quien de igual forma, está considerado como uno de los mejores coaches a nivel mundial.

Pude reafirmar mi pleno convencimiento de que una de las virtudes más importantes en el ser humano, y en particular, en todos aquellos que se consideran líderes, sin importar el área donde se desempeñen, es la de la Humildad. Es precisamente esta virtud la que distingue a los grandes líderes en la Sociedad, en las Organizaciones, y en general, en cualquier ámbito en que lo desarrollen.

Es precisamente la Humildad la que nos permite saber reconocer cuando “no sabemos” y a poder decir “no sé”, inclusive a poder reconocer que es muy probable que haya cosas que “no sabemos que no sabemos”. Los Líderes, como cualquier otro ser humano, ven la realidad desde su propia perspectiva y no necesariamente como en realidad es. Es por eso que es tan importante tener la apertura para escuchar otros puntos de vista, explorar diferentes opciones y actuar en consecuencia. Ya lo decía bien Albert Einstein: “Todos somos muy ignorantes. Lo que sucede es que no todos ignoramos las mismas cosas”.

Resulta particularmente importante cuando en nuestra Sociedad o en nuestra Cultura Organizacional se genera la expectativa errónea de que un Líder debe tener todas las respuestas. Un Líder debe generar la confianza de su organización para incrementar la generación y comunicación de ideas, de opiniones y puntos de vista que permitan precisamente esa posibilidad de escuchar a los verdaderos expertos, a quienes en verdad conocen los problemas diarios, y de explorar nuevos caminos. Un Líder centrado en sí mismo limita el potencial colectivo de su Organización.

De la plática de Julio Olalla quisiera compartir lo que él llama los “Enemigos del Aprendizaje” y que en mi humilde opinión podrían llamarse de igual manera los “Enemigos del Liderazgo”:

  1. Incapacidad de admitir que “no sé”
  2. Ceguera a la ceguera: “no saber que no sé”
  3. Adicción a las Respuestas: Generar una cultura de “responder” aún sin “saber”
  4. No tener tiempo: para Aprender, Escuchar, Consultar, Involucrar
  5. La exclusión del dominio emocional: Dejar a un lado la parte “Emocional” de la Organización/Individuos
  6. Confundir el “Saber” con “tener opiniones”
  7. La Resignación. “Esto ha sido siempre así”, “No puedo cambiarlo”, “Así funcionan las cosas”
  8. Confundir el “Saber” con “tener información”
  9. Querer tener todo claro, todo el tiempo
  10. La “Seriedad” del Aprendizaje: El aprendizaje no tiene que ser “cosa seria” – hacerlo divertido.

Para poder lograr evitar todos estos errores, es necesario tener Humildad.

En consecuencia, también resulta importante para todo Líder el buscar la perspectiva externa. Los grandes Líderes se han rodeado siempre de gente capaz e inteligente, dispuesta a decirles con total apertura y confianza lo que en muchas ocasiones no podrán oír de su propia gente y nunca lo perciben como un signo de debilidad, sino todo lo contrario, los incluyen como parte de su grupo de asesores, consultores y coaches.

Para Jack Welch, por ejemplo, lo más importante eran las nuevas ideas, no importaba si venían dentro o fuera de la organización, ya que no todas las respuestas las tiene la organización misma. Se debe buscar en todas partes y después aplicarlas, como lo hizo con “six sigma”, una idea que tomó de Motorola y supo cómo aplicarla a GE. Welch pensaba también que uno de los mejores lugares para obtener ideas, eran sus propios competidores.

CoachPrecisamente, en este sentido de ideas, la presencia de un Consultor ó Coach es muy valiosa, ayuda al Líder a “ver lo que no ve”, a “oír lo que no oye”, para en consecuencia poder actuar de manera diferente, y vuelvo a citar a Einstein: “Los problemas no pueden ser resueltos al mismo nivel de pensamiento en el que fueron generados”. Desgraciadamente no es una práctica común todavía en la mayoría de las organizaciones, en gran parte, porque no estamos acostumbrados a “pedir ayuda”, pues es todavía visto como “signo de debilidad”.

Es importante cuando seleccionemos a un Consultor o Coach conocer su trayectoria profesional, sus experiencias y aprendizajes, pero sobre todo, a saber diversificar: “El que sólo sabe usar el martillo, a todo le ve cabeza de clavo”.

 

 

 

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